Esperemos que en las próximas elecciones demos por terminada esta negra etapa de compadreo iglesia oficial Generalitat, que tantos réditos le ha dado a la Universidad Católica
Valencia, 3 de marzo de 2015
La inauguración del hospital de Lliria, a dos meses de la cita electoral y con una precariedad absoluta, lo que define el perfil de nuestras autoridades sanitarias, que lo único que buscan es la foto para ver si remontan en las encuestas electorales, nos deja una imagen anacrónica, la del arzobispo de Valencia, monseñor Cañizares, hisopo en mano, repartiendo bendiciones a diestro y siniestro. Tal parece un fotograma extraído del nodo, en el que los personajes: el ministro Alonso, el presidente (gobernador) Fabra, el conseller (jefe provincial de sanidad) Llombart son intercambiables con los protagonistas de las fotos de los años 60.
Esperemos que en las próximas elecciones demos por terminada esta negra etapa de compadreo iglesia oficial Generalitat, que tantos réditos le ha dado a la Universidad Católica
Valencia, 3 de marzo de 2015